LA PAX ROMANA

La Paz Romana llamada también Pax Augusta, constituye un largo periodo de paz impuesto por el Imperio Romano a los pueblos sometidos a sus órdenes. La expresión proviene del hecho que la administración y el sistema legal romanos pacificaron las regiones que anteriormente habían sufrido disputas entre jefes, tribus, reyes o ciudades enemigas (por ejemplo, los inacabables conflictos entre ciudades griegas o tribus galas). El estado de paz se refería únicamente en el interior de las fronteras del Imperio, mientras que se siguió combatiendo a los pueblos germanos y galos de la periferia. Fue un período de relativa calma, durante el cual no hizo falta hacer frente ni a guerras civiles de calibre y magnitud de las del siglo I aC, ni a grandes conflictos como las guerras Púnicas (siglos III e II aC). Los enfrentamientos entre bandos de la Paz Romana prolongarían hasta el 19 aC, pero se suele aceptar como fecha de inicio de esta etapa al 29 aC cuando Augusto declaró el fin de las guerras civiles. Esta paz duró hasta el siglo III. Como consecuencia los pueblos sometidos en las fronteras del Imperio tuvieron que acatar las nuevas órdenes del poder central.

 

Así pues, la Pax Romana fue un etapa de orden y prosperidad que conoció el Imperio Romano bajo la dinastía de los Antoninos (96-192 dC) y, en menor medida, bajo la de los Severos (193-235). Podríamos decir que este período marcó la edad de oro de Occidente y el despertar de Oriente.

 

En cuanto al territorio de este gran imperio, las fronteras tuvieron su máxima extensión en el siglo II. Los romanos dominaban así buena parte de la Europa actual, la totalidad de la cuenca mediterránea, incluido todo el norte de África, Palestina y Siria, llegando su poder en el noroeste por Mesopotamia y Asiria hasta la Éufrates, Asia Menor y Armenia. En el plano institucional, tuvo lugar un período de equilibrio. El poder absoluto de los emperadores se ejerció con moderación, la seguridad de las vías de comunicación favoreció el comercio. Y todo este conjunto de factores provocó un momento de prosperidad  económica que a la vez se reflejó en las ciudades, que embellecieron y crecieron social y culturalmente.

Éste periodo de “Paz” fue en realidad una paz armada, porque los emperadores conservaron las fronteras del Imperio gracias a las espadas. Finalmente las invasiones germanas por el norte y persas por el este pusieron fin a este periodo de Paz Romana en el s.III